¿Resguardará la igualdad del voto el sistema electoral que surgirá de la nueva Constitución?
Una investigación del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) advierte sobre el riesgo de reproducir la fórmula electoral que dio origen a la Convención Constitucional.
- T+
- T-
Una de las incógnitas en materia de sistema político y democracia en la propuesta de nueva Constitución, que elabora la Convención Constitucional y ya está en su fase final de cara al 4 de julio, la constituye el nuevo sistema electoral, que fue dejado al arbitrio de la ley. Un análisis del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) sostiene que, en virtud a los principios que deberán sustentar el mecanismo, podría resultar “un traje a la medida”.
La propuesta del texto constitucional establece que el sistema electoral se deberá elaborar en torno a los principios de proporcionalidad, paridad y representación efectiva de los pueblos indígenas, sostiene el documento. Sin embargo, acto seguido argumenta que tales principios “deterioran los cimientos sobre los cuales se erige la democracia representativa y liberal, siendo esta noción reemplazada por una democracia “sustantiva, paritaria e identitaria””.
Y, añade el texto, que como efectos de este cambio en la concepción democrática hay “flagrantes distorsiones a principios democráticos esenciales como es la igualdad del voto”.
Para darle contexto a esta aseveración, se elaboró un ejercicio que busca estimar la relación entre votos válidamente emitidos y número de representantes que existió en la Convención Constitucional, que a juicio de los investigadores, de algún modo, se pretende emular en el futuro Congreso de Diputados y Diputadas.
Según el ejercicio, un elector del pueblo Yagán está 1.178 veces más representado que un elector del distrito 8 de Maipú, Cerillos, Estación Central y Pudahuel. La relación, para el caso de otros pueblos respecto del mismo distrito 8 de Maipú, es de 261 veces para el caso del pueblo Kawashkar y 72 veces para el caso del pueblo Chango, por ejemplo.
Así las cosas, el documento elaborado por el LyD advierte que “cuando la democracia es excesivamente adjetivada, se desnaturaliza y se transforma en un régimen funcional a la captura de mayorías circunstanciales, pero también de minorías políticamente organizadas, más aún cuando la válvula de modificación quedaría al arbitrio de la mayoría absoluta de ambas Cámaras, el Congreso de Diputadas y Diputados y la Cámara de las Regiones y sin mayor incidencia de entes imparciales y con competencia técnica en la materia, que es lo recomendado a la luz de la experiencia internacional (López Pintor, 2009)”.
Y –continúa- la propuesta de nueva Constitución, en materia de sistema electoral, establece que el Congreso de Diputadas y Diputados estará integrado por un número no inferior a 155 miembros electos en votación directa por distritos electorales. El borrador plantea que una ley de acuerdo regional que deberá ser aprobada por la Cámara de las Regiones, determinará el número de integrantes, los distritos electorales y la forma de elección, atendiendo el criterio de proporcionalidad.
A su vez, la Cámara de las Regiones estará integrada por a lo menos 3 miembros por cada región. Y, adicionalmente, se crean los escaños reservados para los pueblos y naciones indígenas en los órganos colegiados de representación popular a nivel nacional, regional y local, cuando corresponda y en proporción a la población indígena dentro del territorio electoral respectivo, aplicando criterios de paridad en sus resultados.
Además, se menciona que las chilenas y chilenos en el exterior podrán sufragar en los plebiscitos nacionales y elecciones presidenciales y de diputadas y diputados. Para esto proponen la conformación de un distrito especial exterior.
De estos lineamientos, el estudio desprende que “el nuevo Congreso de Diputadas y Diputados tendrá a lo menos 176 integrantes. Los primeros 155 miembros electos en distritos plurinominales, 3 escaños para chilenos en el exterior y 17 escaños reservados supernumerarios a los que, eventualmente, podría incorporarse un 18avo para el pueblo tribal afrodescendiente, toda vez que el texto plantea en el artículo 61 relativo a los escaños reservados que “se creará un registro del pueblo tribal afrodescendiente chileno bajo las mismas reglas del presente artículo””.
A 176 escaños se llega a partir de que la actual Ley Electoral establece que ningún distrito tendrá menos de tres diputados.
Derecho a igualdad del voto
Para la elección de constituyentes, en el distrito 8 (Maipú, Cerrillos y Estación Central) hubo 453.519 votos válidamente emitidos, en ese distrito se escogieron 7 convencionales, es decir, la relación de número de votos por convencionales fue de 64.788 sufragios. En cambio, en el distrito único nacional Yagán sufragaron tan sólo 55 personas, que escogieron 1 convencional. Lo anterior indica que, el pueblo Yagán está 1.178 veces más representado en la Convención que un ciudadano de Maipú, Cerrillos y Estación Central. A su vez, un ciudadano del Pueblo Chango está 72 veces más representado, un Quechua 32 veces y así sucesivamente.
A partir de esta constatación, se aborda el tema de la igualdad del voto. “La igualdad del voto es un derecho que está garantizado en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (conocida como Pacto de San José de Costa Rica) y que como señalara el politólogo Robert Dahl, es uno de los fundamentos de la democracia: “Cuando llegue el momento en el que sea adoptada finalmente la decisión sobre la política, todo miembro debe tener una igual y efectiva oportunidad de votar, y todos los votos deben contarse como iguales”, plantea el texto del LyD.
Y, en este sentido, se cuestiona acerca de si “¿está este principio siendo salvaguardado en la propuesta de nueva Constitución?”. A partir del ejercicio anteriormente citado y de la tesis que plantea el estudio, la respuesta es que no está siendo salvaguardado, ya que “la distorsión que existe en la actual Convención Constitucional a nivel de desigualdad del voto es notoria y la propuesta de nueva Constitución busca emular este sistema, llevándolo a régimen permanente, para así ser adoptado en el futuro Congreso de Diputadas y Diputados”, desarrolla.
A ello, el texto suma que a los pueblos originarios se les asignó un 11% de los escaños de la Convención “en base a la población autoidentificada como tal en el último Censo (12%), pero sólo votó en el padrón de escaños reservados un 4,3% del total de los votantes. El resultado de este discreto nivel de participación posibilitó el acceso al órgano constitucional de candidatos con poca representatividad, pero alta intensidad ideológica vinculada a posiciones de izquierda”, argumenta el estudio.
Según se detalla, así lo demuestra el análisis de las votaciones producidas al interior de la Convención, proporcionado por la consultora de big data Unholster, en el que al analizar 3.480 votaciones en el órgano constitucional, entre el 15 de febrero y el 14 de mayo, y ubicándolas en una escala ideológica -empleando la metodología nominate score-, arroja que el posicionamiento ideológico de los constituyentes pertenecientes a los escaños reservados indígenas se sitúa en el polo más de izquierda del espectro ideológico.
Para sustentar su tesis acerca de que el nuevo sistema electoral que surgiría a partir de los lineamientos propuestos en el borrador de la nueva Constitución es un “traje a la medida” de los sectores de izquierda, emulando al diseño de la Convención, el estudio sostiene que “si se simulan los resultados electorales de la última elección parlamentaria de 2021 para esta nueva configuración que entraría en vigencia en 2026 y se consideran los datos de la primera vuelta presidencial de 2021 de los chilenos en el exterior, para proyectar la conformación del distrito de nacionales en el exterior, los datos serían: De los 21 escaños adicionales, 20 irían a la izquierda: 11 al Frente Amplio y 9 al PC; la derecha perdería 5 puntos porcentuales de representación -4 Chile Vamos y -1 el Partido Republicano; la centroizquierda perdería 3 puntos porcentuales de representación; la izquierda, entendida como Frente Amplio y Partido Comunista, ganaría 8 puntos porcentuales de representación, proyectando las votaciones de pueblos originarios producidas en la elección de convencionales de 2021”.